Presentación

Un museo, por ser realmente un museo de territorio y sociedad, debe superar las paredes del edificio central y de la ciudad donde tiene su sede. En este sentido, la proyección del Museu de les Terres de l’Ebre incluye también su extensión en el territorio, a través de diversos centros museísticos y equipamientos de interpretación en diferentes municipios, que responden a estrategias de descentralización, valorización y gestión integrada los recursos patrimoniales locales.

Estos equipamientos son el resultado de procesos de intervención patrimonial planificados y que responden a la iniciativa de diferentes ayuntamientos del territorio. Todos ellos tienen en común el hecho de dar respuesta a iniciativas locales; actuar sobre elementos relevantes y singulares de los diversos municipios; estar definidos a partir de investigaciones previas; tener una base sólida por sus contenidos a partir de proyectos técnicos cualificados, y estar desarrollados por parte de profesionales y empresas del territorio. El Museo participa en todas estas actuaciones, mediante los convenios genéricos establecidos con los municipios u otros acuerdos específicos, así como en la orientación técnica de los contenidos y la realización y la coordinación del programa ejecutivo de cada proyecto y actuación, además de procurar la complementariedad de las temáticas y tipologías, y la cooperación y la subsidiariedad en las formas de intervención. A la vez, una vez los equipamientos han sido creados e inaugurados, promueve la difusión y la programación de actividades y servicios, y garantiza, a través de la incorporación de los centros de interpretación y los ayuntamientos titulares al Consorcio que administra el Museo, el cumplimiento y la evaluación de los estándares previstos para los equipamientos museísticos y patrimoniales catalanes.

Los equipamientos que se presentan vinculados a la marca "Ebre, natura & cultura" son fruto de esta estrategia. Están promovidos por los entes locales (ayuntamientos y consells comarcals) y cuentan con la participación y la financiación de otras administraciones. Entre ellos, podemos destacar: el Parque Arqueológico de la Carrova ; el Centro de Interpretación de la Cultura de los Iberos y el poblado ibérico de la Moleta del Remei, en Alcanar ; el Centro de Interpretación de la sierra de Montsià, en Freginals ; el Centro de Interpretación de la Plana, en Santa Bàrbara, así como el Museo de la Mar de l’Ebre en SantCarles de la Ràpita. También forman parte de esta red otras instalaciones patrimoniales distribuidas por todo el territorio como seis áreas y dieciséis itinerarios interpretativos.

Si bien la inversión total realizada es elevada, la potencialidad radica, en primer lugar, en la relativa modestia o sencillez de muchas de las actuaciones, ya que son adecuadas, es decir, viables y sostenibles para las capacidades de las administraciones que las han de mantener y hacer crecer. La otra potencialidad es la vinculación al Consorcio del Museo, ya que todo este plan ha sido concebido como un proyecto global de gestión y difusión del patrimonio que, más allá de cada una de las actuaciones impulsadas por las administraciones locales en los municipios respectivos, tiene como valor añadido el compromiso de crear una red y de generar estrategias conjuntas de gestión, promoción y desarrollo.

El patrimonio de las Terres de l’Ebre, entre el que destacan los dos parques naturales, es suficientemente rico y variado para poder constituir un recurso para el desarrollo local. Las diversas intervenciones en equipamientos patrimoniales que han sido impulsadas por las administraciones locales con el apoyo de otras administraciones superiores tienen una presencia equitativa por todo el territorio para llegar al conjunto de la población y de contribuir al progreso social, cultural y económico de la totalidad de los municipios del Ebro. Los destinatarios serán, en parte, los turistas y las personas que nos visitan. Pero los primeros beneficiarios deben ser las mismas poblaciones y comunidades locales, mediante la recuperación y la valorización del patrimonio natural y del legado cultural colectivo, el fortalecimiento del desarrollo cultural comunitario, la creación de oportunidades y la participación ciudadana en el aprovechamiento y rentabilización de los recursos locales, ya la vez, también, por la difusión y proyección exterior del mismo territorio y población, y de su cultura.

La acción y el despliegue conjunto que supone todo este conjunto de iniciativas constituye uno de los ejemplos más significativos, diversificados y descentralizados de los que en el ámbito territorial se desarrollan en Cataluña, y debe convertirse en una experiencia y un modelo útil y aplicable a otras comarcas o territorios.